El mercado de renta variable estadounidense marcó el miércoles un nuevo máximo histórico, con el índice S&P 500 alcanzando los 5.000 puntos. Esta tendencia alcista sigue basándose en el mismo combo: una economía estadounidense resistente que no desencadene una segunda oleada de inflación.
La fortaleza de la economía estadounidense no es inflacionista
La fortaleza de la economía estadounidense en la segunda mitad de 2023 y un fuerte comienzo de enero de 2024 han reavivado las preocupaciones sobre el objetivo de inflación del 2%, con un retraso en las expectativas de tiempo de pivote de la Fed. No, la desinflación estadounidense no está fundamentalmente amenazada. Sin embargo, el momento de alcanzar el objetivo del 2% sigue siendo incierto.
En mi opinión, sin embargo, ocurrirá antes de diciembre, y probablemente ya este verano. Tras un sólido cuarto trimestre en 2023, y un año en el que la economía estadounidense se mostró sorprendentemente resistente en comparación con Europa, la economía estadounidense parece comenzar 2024 con el mismo vigor, desmintiendo todas las predicciones de recesión económica.
A estas alturas, la fortaleza de la economía estadounidense queda ilustrada por varios de los principales barómetros macroeconómicos.
En primer lugar, los indicadores adelantados PMI, los famosos «indicadores prospectivos», están en expansión en EE.UU., según S&P Global y el ISM. Lo más sorprendente es que los índices PMI del sector servicios incluso han repuntado por encima del nivel 50, el umbral que separa la contracción económica de la expansión económica. El más seguido es el PMI de servicios del ISM (https://www.ismworld.org/) para la economía estadounidense, que repuntó con fuerza en enero de 2024.
En cuanto a los datos macroeconómicos concretos, las cifras recientes de ventas al por menor (consumo de los hogares) y producción industrial también han indicado un repunte del ciclo económico estadounidense, a pesar de que las condiciones monetarias siguen siendo en gran medida restrictivas (véase el aumento de los tipos reales, con una inflación que cae más rápido que los tipos de interés nominales).
Pero el barómetro definitivo de la salud del ciclo económico estadounidense sigue siendo el mercado laboral estadounidense y sus estadísticas actualizadas semanal y mensualmente (el informe NFP). El informe NFP de enero es muy sólido y muestra la capacidad intacta de la economía estadounidense para mantener un bajo desempleo. Sin embargo, algunos de los principales indicadores de empleo siguen dando motivos de cautela, pero sin un deterioro claro y acusado del empleo, no hay amenaza para los beneficios empresariales, que son el motor de la tendencia alcista del mercado de renta variable.
La buena noticia de todo esto es que la fortaleza de la economía estadounidense no está empujando al alza la inflación en estos momentos, y ésta es la condición esencial para garantizar un giro de la FED la próxima primavera.
Gráfico de la tasa de crecimiento anual de las ventas minoristas en EE.UU.
Gráfico que muestra la tasa de inflación anual en EE.UU. según la aplicación TRUFLATION
Los futuros del S&P 500 alcanzan los 5000 puntos, ¡máximo histórico!
A largo plazo, de hecho desde 2009, la correlación entre el mercado de renta variable estadounidense y el precio del Bitcoin es ampliamente positiva. Esto no quiere decir que sea igual a 1, ni mucho menos, pasa por variaciones y ciclos relativos, pero en general, es positiva.
Por lo tanto, me pareció interesante observar que el contrato de futuros S&P 500, con diferencia el contrato de futuros más negociado del mundo en términos de volumen de negociación en el mercado de renta variable, estableció un nuevo récord histórico el miércoles al alcanzar la marca de los 5.000 puntos. Este nuevo récord se debió en gran medida a la intrépida tendencia alcista de las estrellas tecnológicas estadounidenses, las llamadas Siete Magníficas (Microsoft, Nvidia, Tesla, Meta, Apple, Alphabet y Amazon).
En cuanto a la tendencia a corto plazo del precio del Bitcoin, el marco gráfico se ha mantenido estable durante la última semana: necesitamos romper la resistencia de 44.500 USD para ver una reanudación seria de la tendencia alcista. El riesgo de una corrección se materializa si se rompe el soporte en 42.000 dólares americanos.
Gráfico de velas japonesas semanales del contrato de futuros S&P 500
