La era digital ha sido testigo de muchas revoluciones, pero ninguna tan transformadora como el auge de la inteligencia artificial. Un reciente informe de LinkedIn, servicio de redes sociales orientado al empleo propiedad de Microsoft, explora el profundo impacto que la IA -especialmente la IA generativa- está teniendo en el panorama laboral mundial.
Las cifras por sí solas son convincentes. Desde noviembre de 2022, las ofertas de empleo en inglés que mencionan tecnologías de IA como GPT o ChatGPT se han disparado 21 veces. En junio de 2023, los miembros con conocimientos de IA en LinkedIn se habían multiplicado por nueve en comparación con enero de 2016.
No se trata solo de que los gigantes de la tecnología flexionen sus músculos de IA. Profesionales de diversos sectores están reconociendo el potencial de la IA. Y es algo más que añadir «IA» a tu biografía de LinkedIn. Un 75% de los profesionales han actualizado sus perfiles para incluir palabras clave de IA, lo que indica un cambio en la dinámica del empleo.
Sin embargo, este cambio centrado en la IA conlleva una preocupación subyacente: el desplazamiento de puestos de trabajo. La mayoría de los estadounidenses expresan su ansiedad por la implicación de la IA en el mercado laboral.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ofreció recientemente una contranarrativa. Como TCN destacó el lunes, la OIT cree que es improbable que la IA desencadene una crisis de desempleo significativa. Por el contrario, debería allanar el camino a más oportunidades de empleo.
La OIT tenía sus propias cifras: el grupo afirmaba que «el 3,7% de todo el empleo femenino mundial corresponde a trabajos potencialmente automatizables con tecnología de IA generativa, frente a sólo el 1,4% del empleo masculino».
El informe de LinkedIn -titulado «Future of Work Report: AI at Work»- también profundiza en la rápida difusión de 121 habilidades diferentes de IA desde 2016. Países como Singapur, Finlandia e Irlanda están a la vanguardia. Para 2022, 17 de cada 1.000 miembros de LinkedIn dijeron poseer habilidades de IA, un salto significativo desde los 3 de cada 1.000 en 2016.
Aunque el sector tecnológico sigue siendo dominante, los servicios financieros y el comercio minorista se están poniendo al día rápidamente.
Imagen: LinkedIn
Sin embargo, los retos persisten. Según LinkedIn, aunque el 51% de los ejecutivos estadounidenses están entusiasmados con la IA, no están seguros de sus aplicaciones en el mundo real. Sólo el 4% planea reevaluar funciones y reducir personal debido a la IA, y el 84% de los miembros de EE.UU. cree que la IA generativa podría automatizar al menos una cuarta parte de sus tareas, mejorando la productividad y dando paso a funciones especializadas.
Para muchos, el futuro parece prometedor.
Se prevé que el mercado de la IA generativa aporte la asombrosa cifra de 4 billones de dólares a la economía mundial, y que el sector de la IA en general aporte hasta 15 billones de dólares. Pero mientras navegamos por esta época impulsada por la IA, una cosa sigue estando clara: aunque la IA puede elaborar un correo electrónico o un informe impecables, el toque humano sigue siendo insustituible.
Como dice el adagio: «No se trata de trabajar más duro; se trata de trabajar más inteligentemente». Con la IA como aliada, el futuro del trabajo promete ser más inteligente, más eficiente y (esperemos) aún centrado en el ser humano.
