¿Una fusión para tranquilizar a un sector bancario en apuros? Las autoridades suizas se apresuraron a forzar una fusión entre el banco Credit Suisse y su rival UBS, con un coste de más de 3.000 millones de francos suizos. Analizamos este rescate de última hora y lo que dice sobre las instituciones bancarias.
Credit Suisse obligado a fusionarse con UBS
Se trata de una absorción histórica que muestra el alcance de la crisis bancaria que se ha extendido por todo el mundo. El mayor banco suizo, UBS, confirmó ayer que comprará Credit Suisse por el doble de lo ofrecido inicialmente. Las autoridades suizas han presionado mucho a favor de la operación, e incluso planean cambiar la ley para evitar la votación de los accionistas.
Siete consejeros federales (el equivalente a nuestros ministros) se reunieron en Berna, en el Ministerio de Finanzas, junto con representantes del Banco Nacional Suizo (BNS), así como reguladores y, por supuesto, representantes de los dos bancos en cuestión. Las conversaciones concluyeron anoche a las 19.30 horas, y fue el propio Presidente suizo, Alain Berset, quien anunció la adquisición.
Se pusieron sobre la mesa 3.000 millones de francos suizos (unos 3.000 millones de euros) para salvar al gigante financiero. Una suma desproporcionada, que muestra claramente el alcance de lo que las autoridades pretendían evitar. Karin Keller-Sutter, Ministra suiza de Finanzas, declaró ayer que la quiebra de Credit Suisse habría causado un «daño económico irreparable» a Suiza, pero también a la economía mundial.
Una compra excepcional, con garantías excepcionales
Según el Ministro de Finanzas, se trataba de que Suiza «asumiera sus responsabilidades más allá de sus fronteras». Y esta responsabilidad tiene un coste: además de forzar la mano de las instituciones bancarias en quiebra, el Gobierno confirmó que UBS se beneficiaría de una garantía de 9.000 millones de francos suizos. Se trata de una forma de proteger a la institución en caso de que encontrara problemas con las carteras de Credit Suisse.
Además, el banco central del país proporcionará liquidez por valor de hasta 100.000 millones de francos suizos a Credit Suisse y UBS para garantizar el regreso del banco a su nuevo hogar. La enorme suma muestra la importancia de Credit Suisse en el pasado. Es uno de los treinta bancos considerados demasiado importantes para hundirse: aquellos en los que se basa el actual sistema financiero.
Cuestiones que plantea la adquisición de Credit Suisse por UBS
Aunque la Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha acogido con satisfacción las rápidas decisiones que, según ella, ayudarán a «restablecer unas condiciones de mercado ordenadas», no todo el mundo está contento con la repentina adquisición. Empezando por los accionistas de Credit Suisse, que quedan en gran medida al margen. Recibirán una acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse que posean. Una derrota total, que demuestra que el Gobierno ha descartado el modus operandi habitual para forzar una decisión.
La otra cuestión planteada es, por supuesto, la de los bancos considerados «demasiado grandes para quebrar». Si Credit Suisse cuenta con el favor de los gobiernos, y reúne a una élite política y financiera todo el domingo, no sería necesariamente el caso de otros bancos. Una idea confirmada al otro lado del Canal de la Mancha por la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, quien admitió esta semana que, al menos en Estados Unidos, no todos los bancos recibirán el mismo trato:
Increíble secuencia.
Un senador consigue que el Secretario del Tesoro diga que sólo los depósitos en los gigantes bancarios están garantizados debido al riesgo sistémico.
¡El beso de la muerte para los bancos pequeños!
La lógica del «too big to fail» llevada a su extremo. https://t.co/ytKg7N2RwH
– Anice Lajnef (@AniceLajnef) 18 de marzo de 2023
En términos más generales, sólo cabe destacar una vez más los vínculos entre la acción política de los gobiernos electos y las instituciones bancarias privadas. Si bien estas últimas son eslabones importantes del sistema mundial, no podemos olvidar que son actores comerciales. Por tanto, la llegada del Gobierno y el Banco Central suizos al rescate pone de relieve cuestiones sistémicas.
Para el Gobierno suizo, el reto era llegar a un acuerdo antes de la apertura de las bolsas mundiales esta mañana. Sin embargo, las acciones de Credit Suisse cayeron más de un 60% esta mañana en las operaciones previas a la apertura de los mercados. Las próximas horas dirán si la crisis se ha contenido y si las medidas del Gobierno han evitado el grueso del contagio.
En cualquier caso, el asunto tiene aire de repetición. Durante la crisis de 2008, fue la propia UBS la que se vio duramente afectada… Y contó con el apoyo del Banco Central Suizo y del Gobierno. En aquel momento, se destinaron a UBS 6.000 millones de francos suizos procedentes de la Confederación Helvética. Hoy, sin embargo, es este último el salvador: la historia es un perpetuo recomienzo, dicen.
