Tras obtener luz verde de la FDA, Neuralink, de Elon Musk, está lista para empezar a probar sus polémicos implantes de chips cerebrales en voluntarios humanos paralizados. La compañía ha anunciado en una entrada de su blog oficial que ya está reclutando participantes para un ensayo clínico que evaluará la seguridad y funcionalidad de su tecnología.
«El estudio PRIME se está llevando a cabo bajo la exención de dispositivo de investigación (IDE) otorgada por la FDA en mayo de 2023 y representa un paso importante en nuestra misión de crear una interfaz cerebral generalizada para restaurar la autonomía de aquellos con necesidades médicas insatisfechas», escribió la compañía. «El objetivo inicial de nuestra BCI es otorgar a las personas la capacidad de controlar el cursor o el teclado de un ordenador utilizando únicamente sus pensamientos».
Para lograr su objetivo, se incrustarían quirúrgicamente diminutos hilos flexibles con electrodos en la región del cerebro que controla el movimiento.
«Durante el estudio, se utilizará el Robot R1 para colocar quirúrgicamente el Implante N1 en una región del cerebro que controla la intención de movimiento», explica la empresa. «Se pedirá a los participantes que utilicen el Implante N1 y la App de Usuario N1 para controlar un ordenador y dar su opinión sobre el sistema».
Una vez implantado, Neuralink afirma que su dispositivo podría leer los movimientos intencionados de manos y dedos de un usuario y traducirlos en órdenes para controlar dispositivos externos.
El implante N1 es un chip que registra la actividad neuronal. Mide unos 8 mm de diámetro, pero cada uno de sus 1.024 electrodos es más fino que un cabello humano, según la empresa.
Despiece del implante de Neuralink con el chip N1. Fuente: Neuralink
Este método tan invasivo no está exento de riesgos, pero otros investigadores han logrado avances recientes en el restablecimiento de la movilidad de pacientes paralíticos mediante métodos menos intrusivos. Como ya informó TCN, el tetrapléjico Keith Thomas recuperó la capacidad de mover el brazo simplemente pensando en ello después de que científicos de Northwell Health le implantaran sensores en la superficie del cerebro.
Si se demuestra su seguridad y eficacia, los chips cerebrales de Neuralink podrían ofrecer una nueva independencia a quienes padecen parálisis debida a lesiones de la médula espinal o enfermedades como la ELA. Sin embargo, la tecnología también plantea dudas sobre la ética de los implantes que pueden leer literalmente los pensamientos de las personas.
El anuncio de Neuralink se produce tras un controvertido historial de ensayos con animales. Como se detalla en un informe de Reuters, la empresa ha sido acusada de experimentos chapuceros que provocaron la muerte de más de 1.500 animales.
Quienes estén dispuestos a probar el dispositivo recibirán una compensación por los «costes relacionados con el estudio» durante los seis años que durará el estudio.
El experimento, denominado «Estudio PRIME» (abreviatura de Precise Robotically Implanted Brain-Computer Interface, interfaz cerebro-ordenador precisa implantada robóticamente), ha sido aprobado para comenzar en un único hospital no revelado por el momento. Pero Neuralink tiene grandes ambiciones para su tecnología, y recientemente ha recaudado 280 millones de dólares en financiación, como ya informó TCN.
Neuralink propone un futuro en el que los chips que leen el pensamiento y funcionan con inteligencia artificial sean comunes y aumenten las capacidades humanas.
Sin embargo, aún quedan muchos obstáculos normativos y éticos antes de que la visión del multimillonario tecnológico Elon Musk se haga realidad. Aunque avances como el de Neuralink son prometedores para los pacientes con movilidad limitada, la línea que separa el tratamiento de la mejora humana podría volverse borrosa.
