El número de criptodivisas en poder de los delincuentes aumentó en 2021, según un nuevo extracto del informe publicado por el sitio de análisis Chainalysis. Y es el robo el que sigue dominando abrumadoramente las prácticas ilícitas. Zoom sobre los hábitos de los criptocriminales.
Los criptoactivos son en su mayoría robados
El extracto, publicado en el blog Chainalysis, muestra una cosa: el renovado interés del público en general por las criptodivisas se ha traducido lógicamente en un aumento de la delincuencia en 2021. Así, la cantidad de criptomonedas ilegales mantenidas en direcciones visibles pasó de 3.000 millones de dólares en 2020 a 11.000 millones al año siguiente.
Recordemos que mientras algunos interpretan esto como una prueba de que las criptodivisas están asociadas a la delincuencia, la tendencia se verá más bien como una señal de la democratización gradual de estos activos. A modo de recordatorio, las criptomonedas vinculadas a prácticas ilícitas representaron solo el 0,15% del volumen total de transacciones durante 2021.
Sin embargo, el dato que salta a la vista es el predominio de los bienes robados en comparación con otros métodos de obtención. Chainalysis distingue 7 categorías de prácticas ilícitas: robo de criptomonedas, estafas, sanciones, ransomware, administración por parte de ciberdelincuentes, tiendas online falsas y mercados de la Darknet.
En 2021, el robo representó la gran mayoría de las criptomonedas en posesión ilícita:
Desglose de las criptomonedas en posesión ilícita (Fuente: Chainalysis)
En total, los activos robados dominan el 93% de todas las criptodivisas en posesión ilícita. La segunda categoría principal es la de los activos de la Darknet, que también muestra un gran avance, pero que «sólo» tiene un valor de 448 millones de dólares.
Le siguen las estafas (192 millones de dólares), luego las tiendas falsas (66 millones) y el ransomware (30 millones).
Monederos de criptomonedas
Chainalysis señala, además, que el volumen de estos fondos ilícitos ha variado mucho a lo largo de 2021. En julio, fue de 6.600 millones de dólares, frente a los 14.800 millones de octubre.
Lo que esto significa, por supuesto, es que los criptocriminales tienen un gran interés en liquidar sus activos robados rápidamente, para poder beneficiarse de su latrocinio sin ser procesados. Otro gráfico lo confirma: los fondos robados son los que se liquidan más rápidamente, mientras que los fondos de la Darknet tienden a mantenerse:
Tiempo medio de retención de criptoactivos por direcciones de delincuentes (Fuente: Chainalysis)
Y la tendencia se acelera, según el informe:
«Lo que realmente destaca es lo mucho que se han reducido los tiempos de retención en general. El tiempo medio de retención para 2021 es un 75% más corto que para el total de los años, para todas las categorías. «
La aceleración de las prácticas de criptografía en su conjunto también ha dado lugar a una mayor fluidez de los fondos vinculados a los actos delictivos.
Las ballenas del crimen y sus activos
El informe de Chainalysis también analiza las ballenas criminales, que son carteras que tienen más de un millón de dólares en criptodivisas. Señala que los fondos en poder de las ballenas se calculan en función de las carteras privadas, mientras que los fondos en poder de los delincuentes en general se calculan en función de las direcciones declaradas como ilícitas, de ahí la diferencia en el importe global.
Chainalysis cuenta con algo más de 4.000 ballenas en posesión de criptomonedas ilícitas, que entre todas sumarían 25.000 millones de dólares. Sin embargo, sólo representarían el 3,7% de todas las criptodivisas.
El informe también señala una mayor variedad de pagos procedentes de direcciones ilícitas, con importes muy pequeños o muy grandes. Las diferentes categorías de fondos también están más repartidas:
Categorías de fondos ilegales recibidos por las ballenas (Fuente: Chainalysis)
Los activos robados representan, por tanto, sólo el 24% de las criptomonedas, frente al 37% de los fondos procedentes de la Darknet y el 32% de las estafas. El informe también señala que, al parecer, una buena parte de esas ballenas se encontraría en zonas horarias correspondientes a Rusia, incluidas Moscú y San Petersburgo. Esto respalda un informe anterior de Chainalysis, que indicaba que el 73% de los ingresos por ransomware estarían relacionados con Rusia.
