La inteligencia artificial puede preocupar a algunos, pero esta tecnología ya está haciendo maravillas por la humanidad. Los científicos han utilizado la IA para descubrir un nuevo antibiótico capaz de combatir una superbacteria resistente a los medicamentos considerada una amenaza «crítica» por la Organización Mundial de la Salud.
Según un estudio publicado la semana pasada, científicos de la Universidad McMaster y del Instituto Tecnológico de Massachusetts han hallado un nuevo antibiótico capaz de eliminar la Acinetobacter baumannii, una bacteria que suele encontrarse en los hospitales y que puede causar infecciones graves.
La Acinetobacter baumannii puede propagarse a corta distancia a través del aire en gotas de agua, pero se transmite más comúnmente de persona a persona, a través de las manos del personal sanitario.
Jonathan Stokes, autor principal del estudio. Imagen: Universidad McMaster» src=»https://www.todayscrypto.news/wp-content/uploads/2023/06/1.DNBW-980×580-68.png@webp.jpg» width=»768″ height=»455″ /☻
Se ha vuelto resistente a la mayoría de los antibióticos y la Organización Mundial de la Salud dijo ya en 2017 que se «necesitaban urgentemente» nuevos antibióticos para combatirla.
Pero el estudio dice que la IA puede estar bien encaminada para lograr ese objetivo.
«Los enfoques de aprendizaje automático permiten explorar rápidamente el espacio químico, aumentando la probabilidad de descubrir nueva materia química con actividad antibacteriana», señala el estudio publicado en la revista Nature Chemical Biology.
El aprendizaje automático es una rama de la IA en la que los ordenadores aprenden automáticamente a partir de datos anteriores. En la lucha contra las enfermedades, esta tecnología puede utilizarse para seleccionar entre cientos de millones y miles de millones de moléculas con las propiedades antibacterianas adecuadas.
En este caso, los científicos examinaron 7.500 moléculas hasta encontrar un nuevo compuesto antibacteriano llamado abaucina. Habrá que seguir probándolo antes de utilizarlo, pero las pruebas de laboratorio demostraron que puede tratar heridas infectadas en ratones.
Añaden que se trata de una «pista prometedora» y «pone de relieve la utilidad del aprendizaje automático en el descubrimiento de antibióticos».
