Rumores, FUD, problemas reales: ha sido difícil averiguar qué está pasando realmente en la plataforma de intercambio Binance estos días. Más allá de la tormenta mediática, ¿hay realmente motivos para preocuparse? Hacemos balance de la situación
Binance: qué está pasando en la mayor plataforma de negociación
Desde la caída del gigante FTX, hay mucha desconfianza en las plataformas de negociación. Y Binance, la mayor bolsa del mundo, no es inmune. La plataforma ha visto cómo surgían dudas sobre sus pruebas de reserva, especialmente desde que la empresa que la auditaba dejó de ofrecer sus servicios.
Como recordatorio, Binance ha llevado a cabo una serie de iniciativas para demostrar su estabilidad financiera: la plataforma había publicado las direcciones de sus monederos de forma pública, había contribuido a su fondo de emergencia, había creado un fondo común con otras empresas y había llevado a cabo una auditoría para demostrar que efectivamente guardaba los bitcoins (BTC) de sus clientes.
Pero parece que esto no ha sido suficiente. Varios elementos han reavivado de nuevo la desconfianza de la comunidad. En primer lugar, una entrevista con Changpeng Zhao, que parecía visiblemente incómodo cuando un periodista le preguntó. El videoclip, que fue ampliamente compartido en Twitter, muestra a un CEO de Binance dubitativo cuando se le pregunta si podría sacar 2.000 millones de dólares de su plataforma.
Sin embargo, como han señalado varios comentaristas, Changpeng Zhao no se refería a las retiradas de los usuarios, sino a una cantidad pagada por FTX a Binance, que eventualmente podría ser devuelta:
Este clip @cz_binance se está haciendo viral pero carece de contexto.
Pregunta: ¿Podría Binance soportar que alguien le pidiera 2.100 millones de dólares?
CZ evita responder directamente: «somos financieramente fuertes»
No se trataba de depósitos de clientes, sino de 2.100 millones de dólares que FTX les pagó pic.twitter.com/fcpWX5BXvm
– Luke Martin (@VentureCoinist) 15 de diciembre de 2022
El «FUD» en torno a una posible retirada de 2.000 millones se basa, por tanto, en un contexto parcialmente truncado. Especialmente desde que Binance hizo 3.600 millones de dólares en retiradas la semana pasada, aparentemente sin ningún problema en particular.
La empresa auditora de Binance cesa sus servicios, CryptoQuant acude al rescate
Pero la polémica volvió a estallar el fin de semana, al conocerse la noticia de que Mazars, la empresa que audita Binance, había eliminado la página de la compañía de su sitio web… Y dejado de prestar servicios a empresas de criptomonedas. Un punto considerado preocupante por la comunidad, que muestra la dificultad de las empresas de criptomonedas para mostrar sus credenciales. Al menos, eso es lo que dijo Changpeng Zhao -equivocado o no- cuando explicó que las grandes empresas de auditoría no son adecuadas para las criptoempresas.
Mientras tanto, apareció la firma de análisis CryptoQuant, que afirmó que las reservas de Binance cumplían con la normativa, se gestionaban de la forma habitual y no coincidían con las de FTX. También subrayó que la plataforma no estaba sobreexpuesta a su propio token, a diferencia de FTX: sus reservas en BNB corresponden a alrededor del 10% de las reservas totales.
¿Qué podemos aprender de todo esto? Ciertamente hay algunos puntos preocupantes a los que prestar atención, pero no significan necesariamente que Binance esté en peligro. Entre ellas, las respuestas un tanto evasivas de Binance, la inesperada marcha de Mazars y el hecho de que la empresa aún no disponga de una auditoría completa.
Por otro lado, cabe señalar que las direcciones de Binance pueden consultarse desde hace varias semanas, y parecían corresponderse con las declaraciones de la empresa desde el principio. Un punto que también fue señalado por CryptoQuant, que destacó la aparente salud de Binance. También son evidentes los esfuerzos de la mayor plataforma de intercambio por mostrar un estado de salud limpio, y la creación de varias reservas lo corrobora.
Dejaremos que cada cual saque sus conclusiones, y le recordaremos que los periodos de emociones fuertes no son necesariamente los que nos permiten tener una visión más clara de una entidad. El uso de carteras «frías» también permite limitar los riesgos: un hecho a tener en cuenta en estos tiempos de incertidumbre.
