Para proteger mejor a los inversores, especialmente tras el reciente colapso del UST, el Parlamento japonés ha aprobado un proyecto de ley para imponer un marco legal a las stablecoins emitidas en el país. En consecuencia, las empresas que deseen ofrecer stablecoin en Japón tendrán que cumplir unas especificaciones concretas para poder registrarse en los organismos reguladores.
Japón quiere regular mejor las stablecoins
Japón da un paso adelante en la regulación de las criptodivisas, y más concretamente para las stablecoins, en un contexto en el que el colapso de la UST puede haber dejado en gran medida su huella en la comunidad de criptomonedas, e incluso más allá.
Este viernes, el Parlamento japonés aprobó un proyecto de ley que estipula que ahora las stablecoins sólo pueden ser emitidas por bancos autorizados, organizaciones autorizadas o empresas fiduciarias.
Así, tras la aprobación del proyecto de ley, las instituciones financieras que puedan ofrecer stablecoins tendrán que registrarse en un nuevo servicio dedicado específicamente a la emisión de stablecoins. También se espera que se tomen medidas para evitar el blanqueo de dinero.
A partir de ahora, las stablecoins tendrán pleno estatus de activo digital en Japón. Dada su naturaleza de moneda hipotéticamente estable, las stablecoins japonesas deberán estar respaldadas por el yen, la moneda oficial del país.
Las bolsas de criptodivisas japonesas no venden stablecoins extranjeras como la USDC emitida por Circle o la USDT emitida por Tether, por lo que éstas no se ven afectadas.
Además, las stablecoins tendrán que estar aseguradas de forma que los inversores puedan revenderlas siempre a su propio valor, es decir, en una proporción de 1:1.
Se espera que el nuevo marco legal entre en vigor en 2023, mientras la Agencia de Servicios Financieros de Japón emite la normativa necesaria.
Stablecoins en el punto de mira
Las stablecoins, como su nombre indica, son activos estables. Como tal, su precio está fijado a una moneda fiduciaria o a un activo valioso como el oro. Las tres mayores stablecoins, el USDC, el USDT y el BUSD de Binance, por ejemplo, están respaldadas por el dólar. Por tanto, una unidad de uno de ellos vale, por definición, un dólar.
Sin embargo, los últimos acontecimientos han demostrado que algunas stablecoins, especialmente las denominadas «algorítmicas», pueden estar sujetas a las fluctuaciones del mercado hasta el punto de que a veces caen hasta el fondo, como se demostró con la UST, que era una de las principales monedas stablecoin.
El mercado entró en pánico hasta el punto de agitar el USDT, que se alejó momentáneamente de su valor de referencia de 1 dólar. Desde estos acontecimientos, el número de USDTs ha descendido drásticamente de 83.150 millones a 72.500 millones de unidades en la actualidad.
Unidades de USDT en circulación durante 12 meses
Esto demuestra lo imperativo que es para las organizaciones emisoras de stablecoin poder asegurar sus activos digitales con un almacén de valor real.
Tras estos anuncios, Mitsubishi UFJ Trust and Banking Corporation, una rama del grupo financiero japonés Mitsubishi UFJ (MUFG), dijo que sacaría al mercado su propia stablecoin, que se llamará «Progmat Coin».
Según la empresa, la moneda estará totalmente respaldada por una reserva proporcional de yenes depositada en una cuenta fiduciaria para garantizar su valor. Se espera que su fecha de publicación coincida con la aplicación de los nuevos marcos jurídicos prevista para 2023.
