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El plan de 100 millones de libras de Rishi Sunak para convertir el Reino Unido en un centro de IA

by Tim

El primer ministro Rishi Sunak ha anunciado un audaz plan para que el país se convierta en epicentro mundial de la industria de la Inteligencia Artificial (IA). Como parte de este plan, el gobierno británico planea lanzar importantes becas de IA e invertir más de 100 millones de dólares en un Grupo de Trabajo de IA.

Una combinación de investigación, educación y colaboración internacional es el núcleo de esta visión, un momento potencialmente fundamental para el panorama tecnológico del Reino Unido.

Sunak reconoció la preocupación de muchos por la tecnología de la IA. Después de todo, no todos los días un grupo de reconocidos científicos afirma que el mundo puede llegar a su fin. Para hacer frente a esto, Sunak hizo hincapié en su compromiso con la investigación pionera en seguridad dentro de las fronteras del Reino Unido, equilibrando su entusiasmo por el futuro con el reconocimiento de los riesgos que puede conllevar.

«Entiendo que la gente esté preocupada por la IA. Por eso vamos a llevar a cabo investigaciones punteras en materia de seguridad aquí, en el Reino Unido», afirmó Sunak en el anuncio. La idea es «garantizar que, dondequiera y cuandoquiera que se utilice la IA en el Reino Unido, se haga de forma segura y responsable».

Un aspecto del plan del Gobierno que ha despertado interés es su colaboración con gigantes de la IA: DeepMind de Google (Bard, PaLM-2), OpenAI (ChatGPT, GPT-4) y Anthropic (Claude AI, Constitutional AI). Estas empresas se han comprometido a dar al gobierno británico acceso temprano o prioritario a sus modelos de IA con fines de investigación y seguridad.

Sin embargo, la naturaleza de esta colaboración ha levantado ampollas.

Los peligros potenciales de una excesiva supervisión gubernamental de los modelos de IA son cada vez más evidentes. Por un lado, los sesgos inherentes a estos modelos de IA podrían institucionalizarse. Además, la dinámica de poder entre las empresas de IA y los gobiernos es motivo de preocupación.

Se necesita un delicado equilibrio de poder y un ojo atento a los sesgos para evitar el desarrollo de modelos que estén alineados políticamente en lugar de ser simplemente políticamente correctos.

«Las preguntas más complejas, como las de naturaleza política o filosófica, pueden tener varias respuestas», explica el medio orientado a la tecnología TechTarget, «la IA opta por defecto por su respuesta de entrenamiento, lo que provoca sesgos, ya que puede haber otras respuestas».

La inversión del Gobierno británico se centrará en dos becas de IA dedicadas a resolver problemas acuciantes en el suministro de cultivos y la atención sanitaria a través de la tecnología.

«Estas nuevas becas, junto con todo nuestro trabajo en IA hasta ahora, ayudarán a construir un futuro más brillante para ustedes y sus familias», dijo Sunak, haciendo hincapié en el enfoque centrado en el ser humano de la IA en el Reino Unido.

El compromiso del Primer Ministro Sunak con la seguridad de la IA tuvo eco en su discurso en la conferencia London Tech Week, donde aseguró a la audiencia que el Reino Unido se convertiría en el centro geográfico de la regulación mundial de la seguridad de la IA.

Ya se está preparando una cumbre sobre la seguridad de la IA, un evento que se asemeja a las conferencias sobre el clima de la COP.

Sin embargo, el nuevo entusiasmo del Gobierno por la seguridad de la IA supone un cambio notable respecto a su postura anterior.

Hasta hace poco, el Libro Blanco del Gobierno reflejaba un enfoque favorable a la innovación en la regulación de la IA que restaba importancia a los problemas de seguridad. Este repentino cambio de tono, tras las reuniones con los peces gordos de la industria de la IA, ha suscitado dudas sobre la susceptibilidad del Gobierno a la influencia de la industria.

Paralelamente, el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, está de gira internacional para estrechar lazos con reguladores de todo el mundo. Esto también ha suscitado un debate sobre su interés en liderar los esfuerzos reguladores en todo el mundo, al tiempo que amenaza con abandonar las jurisdicciones que quieren regular el sector.

Un discurso diverso en el que participen investigadores independientes, grupos de la sociedad civil y comunidades vulnerables es esencial para tener una perspectiva completa sobre la seguridad de la IA. Al fin y al cabo, aunque estos «titanes de la IA» tienen las llaves del futuro, es la gente corriente la que vivirá en él.

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