Mientras las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) se están convirtiendo en un tema político candente en Estados Unidos, los banqueros centrales del otro lado del Atlántico han estado estudiando qué usos tiene realmente esta tecnología. Según las últimas conclusiones, podrían ser bastantes.
Tras un ensayo puesto en marcha por el Banco de Inglaterra (BoE) y el Centro de Innovación del Banco de Pagos Internacionales (BPI) de Londres, un resumen de los resultados del proyecto concluye que una moneda digital bien diseñada podría «permitir un ecosistema sólido para fomentar la innovación y ayudar a satisfacer las necesidades futuras de una sociedad más digitalizada».
El experimento, denominado Proyecto Rosalind, se centró en el uso de interfaces de programación de aplicaciones (API) en el diseño de cualquier futura moneda digital de banco central (CBDC), y examinó más de 30 casos de uso diferentes.
Los investigadores estudiaron cómo una API bien diseñada podría mejorar la experiencia del usuario a la hora de realizar pagos, y probaron cómo podrían utilizarse las CBDC para pagar en comercios, a través del teléfono móvil, mediante códigos QR y otros métodos.
Project Rosalind, del BISInnovationHub London Centre & @bankofengland, estudió cómo una capa API universal y extensible podría conectar las infraestructuras del banco central y del sector privado y facilitar los pagos CBDC al por menor https://t. co/HL7EmI7RWx pic.twitter.com/kDeo0yhrsR
– Banco de Pagos Internacionales (@BIS_org) 16 de junio de 2023
Aunque muchas de esas funciones ya son posibles con los sistemas de pago existentes, como las tarjetas y el dinero en efectivo, el Proyecto Rosalind también descubrió que una moneda digital podría permitir a los usuarios tener más «programabilidad» sobre su dinero, poniendo en marcha funciones similares a los contratos inteligentes.
«La API podría permitir a particulares y empresas guardar una determinada cantidad de CBDC para un uso específico y activar pagos en las condiciones que hayan acordado de antemano», afirman los investigadores.
Gilbert Verdian, fundador y consejero delegado de la empresa de interoperabilidad de blockchain Quant -que formó parte del equipo de vendedores del Proyecto Rosalind- afirmó en un comunicado que los CBDC «permitirán a ciudadanos y empresas automatizar pagos y procesos engorrosos e implementar la lógica en el dinero».
«Para los bancos comerciales y otras instituciones, la oportunidad de aplicar esta programabilidad para crear nuevos productos innovadores que se diferencien de los retadores y competidores es casi infinita. «
Futuro de ‘Britcoin’
Aunque el proyecto fue una iniciativa conjunta del BoE y el BIS Innovation Hub de Londres, los investigadores animaron a los banqueros centrales de todo el mundo a leer sus conclusiones.
«Creemos que Rosalind puede contribuir de forma significativa a la forma en que las organizaciones de todo el mundo están pensando y participando en el diseño de sistemas CBDC minoristas», afirmó Francesca Hopwood Road, directora del centro BIS Innovation Hub de Londres.
El experimento se basaba en un modelo en el que un banco central emitiría la moneda y proporcionaría la infraestructura del libro mayor, mientras que el sector privado -como los bancos comerciales- ofrecería servicios de cara al usuario, como los monederos digitales.
Aunque el Proyecto Rosalind se centra en el concepto de CBDC a escala mundial, llega en un momento en que el Reino Unido está considerando la creación de una libra digital, apodada «Britcoin» por el Primer Ministro Rishi Sunak. El Banco de Inglaterra está solicitando respuestas a un documento de consulta elaborado junto con el Tesoro de Su Majestad hasta el 30 de junio.
Aún no se ha tomado ninguna decisión oficial sobre Britcoin. Pero Dion Seymour, que es director técnico de cripto y activos digitales en Andersen LLP, así como ex asesor de las autoridades fiscales del Reino Unido en cuestiones de cripto, dijo a TCN que el Reino Unido «quiere liderar en asuntos financieros», por lo que es probable que persiga una libra digital.
«Creo que si el Banco de Inglaterra y HM Treasury quieren seguir siendo innovadores en el espacio monetario, entonces tendrán que hacer un CBDC», dijo. «Creo que ése debe ser el siguiente paso. Es difícil decir que uno es innovador si los demás hacen algo que uno no hace».
