Este año no ha sido bueno para los mineros de Bitcoin, ya que la invasión de Ucrania en febrero de 2022 desencadenó una crisis energética mundial que disparó los costes de minería.
Además, el colapso de Luna en junio hundió el precio de Bitcoin a mínimos de dos años, acabando con la poca rentabilidad que les quedaba a los mineros.
Tras un verano difícil, con los precios de la electricidad por las nubes, los mineros recibieron el invierno marcados por las consecuencias del FTX y unos precios aún más inciertos.
La crisis de 2022 afectó tanto a las grandes como a las pequeñas explotaciones mineras. Las grandes empresas mineras que cotizan en bolsa fueron las más afectadas, ya que un 2021 enormemente rentable llevó a muchas a endeudarse y a embarcarse en costosos proyectos de expansión.
La lucha por la que han pasado los mineros no es anecdótica: los datos en cadena muestran un año increíblemente estresante, según el análisis de CryptoSlate.
Los ingresos de los mineros por Exahash han caído en picado desde principios de año. Los ingresos denominados en USD han experimentado una volatilidad significativamente mayor, lo que supone un problema para aquellos que decidieron vender sus tenencias de BTC.
Gráfico que muestra los ingresos de los mineros por Exahash (Fuente: Glassnode)
La observación de las cintas de hash confirma aún más esta tendencia. La métrica analiza la media móvil de 30 días y la media móvil de 60 días de la tasa de hash de Bitcoin para determinar cuándo capitulan los mineros. Cuando la media móvil de 30 días cae por debajo de la media móvil de 60 días, comienza la capitulación, ya que Bitcoin se vuelve demasiado caro de minar. Cuando la tendencia se invierte, la minería de Bitcoin vuelve a ser rentable.
Desde principios de año, el mercado ha visto cruzarse estas medias móviles en tres ocasiones: en junio, julio y agosto. Y ahora, a principios de diciembre se ha producido la cuarta inversión de las medias móviles, lo que indica que ha comenzado otra capitulación.
Gráfico que muestra las cintas de hash de Bitcoin en 2022 (Fuente: Glassnode)
Los datos en cadena muestran claramente que los mineros han capitulado en masa a lo largo del año. Sin embargo, esto no significa que hayan estado vendiendo todos sus BTC.
Los datos analizados por nosotros muestran que, de hecho, se ha producido un notable descenso en la cantidad de BTC que los mineros han estado vendiendo desde principios de año.
Si observamos el número de transacciones salientes de los monederos de los mineros en 2022, vemos una presión de venta cada vez menor. Aparte de un breve repunte en las transferencias salientes a mediados de noviembre, la tendencia ha sido decreciente.
Gráfico que muestra el número de transferencias salientes de los monederos de los mineros en 2022 (Fuente: Glassnode)
Las transferencias desde los monederos de los mineros a las bolsas confirman esta tendencia.
Desde principios de año, las transferencias de los mineros a todas las bolsas han ido disminuyendo. Los mineros enviaron un total de alrededor de 57.000 BTC a los intercambios en 2022, con 18.500 a Binance y alrededor de 12.500 a Coinbase.
Gráfico que muestra las transferencias desde los monederos de los mineros a los intercambios en 2022 (Fuente: Glassnode)
Un análisis más profundo de la tasa de hash de Bitcoin revela que la fortaleza de la red no se ha visto comprometida. La presión vendedora provocada por el aumento de los precios de la electricidad y la subida vertiginosa de los costes de hardware no ha afectado a la tasa de hash. De hecho, la tasa de hash de Bitcoin está volviendo a alcanzar el máximo anual que registró a mediados de noviembre, a pesar de la caída del precio de Bitcoin.
Gráfico del precio de Bitcoin y la tasa de hash en 2022 (Fuente: Glassnode)
