Al tercer día del lanzamiento de Worldcoin (WLD), el proyecto parece haber acallado a sus detractores, que preveían sólo un interés moderado por la tecnología. De hecho, se están formando colas en los países a los que ha llegado el Orbe, para escanear los ojos de los usuarios. ¿Podría ser ésta la distopía de Sam Altman en ciernes?
Colas para acceder al Worldcoin Orb
Distópico para unos, visionario para otros, el proyecto Worldcoin ha sido la comidilla de la ciudad desde su lanzamiento hace tres días. La tecnología, que utiliza los datos biométricos de los usuarios, se ofrece en varias grandes ciudades del mundo. Los interesados pueden conocer el Orbe: la tecnología utilizada para escanear el iris. La recogida de estos datos biométricos se utiliza después para generar WorldIDs, de modo que cada identidad digital pueda asociarse a una persona real.
Según varios observadores locales, y el propio fundador del proyecto, Sam Altman, el proyecto ha sido un éxito rotundo. El creador de Worldcoin y fundador de OpenAI explica que ahora hay un escaneo cada 8 segundos en el mundo:
día 3 del lanzamiento de @worldcoin, colas de locura en todo el mundo. ahora se verifica una persona cada 8 segundos. pic.twitter.com/vHRu1sWMT3
– Sam Altman (@sama) 26 de julio de 2023
Aunque no podemos confirmar esta cifra, las imágenes muestran largas colas. En Japón, se dice que los escáneres de iris están disponibles por WLD25, o alrededor de 50 dólares a los precios actuales. Las Worldcoin Orbs están disponibles en 35 países. Estados Unidos no está incluido en la lista porque el entorno normativo se considera demasiado hostil.
1.500 orbes próximamente
La empresa Tools for Humanity, creadora del proyecto Worldcoin, dispone actualmente de 200 Orbs para enviar a los cuatro rincones del mundo. Y el ritmo va a acelerarse: 1.500 de ellos deberían estar disponibles a finales de 2023. La aplicación está disponible en 120 países.
En el momento de su lanzamiento, Worldcoin confirmó que ya se habían escaneado más de 2 millones de personas. De ellas, el 63% se encuentran en África y Asia, y el 17% en Europa. Esto ya se ha mencionado, pero es una de las principales críticas que recibe Worldcoin, a la que se acusa de aprovecharse de la pobreza de ciertas economías para atraer usuarios a cambio de tokens WLD.
El proyecto de Sam Altman, que ya ha creado nuevos usos con OpenAI, también puede ser innovador en cuanto a la normativa aplicada. Aunque algunos lo ven como una pesadilla orwelliana, Worldcoin parece despertar el entusiasmo esperado por los inversores. Sin duda, será uno de los ámbitos más dinámicos en los próximos meses.
