En una votación histórica, el Senado de EE. UU. ha aprobado un marco regulatorio para las stablecoins, lo que supone una gran victoria para la industria de las criptomonedas y para Donald Trump. Se trata de un avance bipartidista que podría revolucionar la economía de los pagos en Estados Unidos.
Un marco claro para las stablecoins en dólares
El 18 de junio de 2025, el Senado estadounidense aprobó por la tarde, con una mayoría de 68 votos contra 30, la Ley GENIUS, un proyecto de ley que define las normas reguladoras para las stablecoins indexadas al dólar.
Estas criptomonedas, como el USDT de Tether o el USDC de Circle, deberán estar respaldadas por reservas equivalentes en dólares, invertidas en deuda pública a corto plazo u otros productos similares. Estas reservas deberán ser supervisadas por reguladores federales o estatales.
Tim Scott, senador republicano y presidente del Comité Bancario del Senado, ha elogiado un texto que «aclara un sector que ha permanecido demasiado tiempo en la ambigüedad». La votación supone la culminación de varios años de intensa presión por parte de los gigantes del sector, que han invertido cientos de millones de dólares para elegir a candidatos favorables a las criptomonedas.
Al mismo tiempo, los bancos, sobre todo los más pequeños, están preocupados por esta evolución, ya que temen una fuga de depósitos hacia las stablecoins. Otros, los más grandes, ya están considerando emitir sus propias stablecoins para captar una parte de este lucrativo mercado. Según varias estimaciones de analistas especializados, Tether Holdings SA generaría alrededor de 1500 millones de dólares de beneficios netos al año solo gracias a los intereses percibidos por las reservas que posee.
Trump, las stablecoins y las tensiones políticas
La ley también supone un avance personal para Donald Trump. La stablecoin USD1, emitida por World Liberty Financial y, por lo tanto, afiliada al presidente, ya ha alcanzado una capitalización de alrededor de 2000 millones de dólares. Pero esta stablecoin suscita una gran controversia, ya que la Ley GENIUS, recientemente aprobada por el Senado, prohíbe a los miembros del Congreso y a sus familias beneficiarse de las emisiones de stablecoins… pero excluye expresamente al presidente y al vicepresidente de esta restricción.
Esta laguna jurídica ha sido denunciada como un potencial «conflicto de intereses sin precedentes» por Elizabeth Warren, senadora demócrata y firme crítica del texto, que acusa a la ley de «potenciar la corrupción de Donald Trump». A pesar de los intentos de los demócratas de incluir una enmienda para incluir al ejecutivo en estas limitaciones, la disposición fue rechazada.
El apoyo declarado de Trump al sector de las criptomonedas, su nuevo caballo de batalla político, podría servirle de palanca económica y electoral. Bill Hagerty, senador republicano por Tennessee y principal promotor del texto, ha confirmado que ha hablado con Trump y espera que la Cámara de Representantes apruebe el texto «lo antes posible».
Pero aún no está todo dicho: la Cámara está trabajando en un proyecto más amplio de regulación del mercado de las criptomonedas en su conjunto. Deberá decidir si aprueba el texto del Senado tal cual o si propone un compromiso. Sin embargo, según el senador Thom Tillis, cualquier modificación podría acabar con la ley: «Si la Cámara lo modifica y lo devuelve, será un proyecto muerto».
Si la ley es aprobada por la Cámara y firmada por Trump, podría allanar el camino para la adopción masiva de las stablecoins como medio de pago alternativo, más rápido y menos costoso que las tarjetas bancarias. Una revolución que los gigantes de la tecnología y el comercio seguirán de cerca.
