Los años de demanda reprimida de fondos cotizados (ETF) de Bitcoin (BTC) siguen alimentando una furiosa actividad en torno a la criptodivisa, el nuevo vehículo de inversión que registra sus días más fuertes hasta la fecha.
BlackRock, el mayor gestor de fondos del mundo, está a la cabeza. Sólo ayer, el fondo iShares Bitcoin Trust de la gestora recibió 493 millones de dólares, y ahora cuenta con 5.100 millones de dólares en activos gestionados.
Por su parte, el fondo GBTC de Grayscale es el que más efectivo tiene, con más de 22.900 millones de dólares. Anteriormente, el fondo funcionaba como un fondo cerrado y mantenía grandes cantidades de criptomonedas. Pero en enero se convirtió en un ETF, dando a los usuarios más flexibilidad a la hora de reembolsar participaciones.
Ayer, un total de 631 millones de dólares entraron en los diez vehículos de inversión, según BitMex Research.
El flujo de efectivo hacia los fondos de criptomonedas ha provocado el repunte del precio del BTC, que ahora se encuentra cómodamente por encima de la marca de 50.000 dólares que tocó el lunes por primera vez en dos años. CoinGecko muestra que el BTC cotiza ahora mismo a 51.622 dólares por moneda.
Después de una década de decir no a los productos, la Comisión de Bolsa y Valores finalmente aprobó 10 ETFs de BTC al contado el 10 de enero.
Mientras tanto, los inversores parecen estar perdiendo interés en el oro, al menos entre los partidarios de los ETF. Bloomberg ETF analista Eric Balchunas dijo en Twitter que los inversores estaban sacando dinero de ETFs de oro.
$IBIT se está disparando, ingresó casi 500 millones ayer por sí solo, mostrando un segundo aire inusualmente fuerte para un nuevo lanzamiento, ahora está por encima de los 5.000 millones de dólares, lo que lo sitúa en el Top 7% de todos los ETFs por tamaño en sólo 23 días de negociación. pic.twitter.com/T5uCdschrG
– Eric Balchunas (@EricBalchunas) 14 de febrero de 2024
Estos vehículos permiten a los inversores más experimentados y tradicionales exponerse a las criptomonedas: los fondos mantienen las monedas digitales, mientras que la gente puede comprar acciones que siguen el precio subyacente del BTC y no tener que preocuparse de dónde guardarlas.
