Texas acaba de aprobar una ley que reconoce el oro y la plata como monedas de curso legal en su territorio. Esta decisión supone una ruptura simbólica con la centralización monetaria actual y plantea la pregunta: ¿puede un retorno a los estándares del pasado responder a los retos económicos del presente?
Texas vuelve a poner el oro y la plata al mismo nivel que el dólar
Durante el último siglo, la humanidad ha vivido varias revoluciones monetarias: desde el patrón oro hasta la llegada de las monedas fiduciarias, pasando por el fin de los acuerdos de Bretton Woods. La moneda no ha dejado de centralizarse en manos de un puñado de instituciones y ahora se prepara para evolucionar hacia una nueva forma: las monedas digitales de los bancos centrales (MDBC).
Ante esta creciente centralización, han surgido alternativas. Desde 2009, el bitcoin se está imponiendo progresivamente como una moneda resistente, que ofrece a sus usuarios protección contra la censura y el control que pueden ejercer las autoridades a través del euro o el dólar.
Esta semana, Texas ha aprobado una medida que autoriza a sus ciudadanos a utilizar el oro y la plata como monedas legales, recuperando así instrumentos monetarios probados a lo largo de milenios.
He firmado una ley que autoriza a los tejanos a utilizar el oro y la plata como moneda de curso legal en las transacciones financieras cotidianas.
Cumple la promesa del artículo 1, sección 10, de la Constitución de los Estados Unidos.
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) 29 de junio de 2025
He firmado una ley que permite a los tejanos utilizar el oro y la plata como moneda de curso legal en sus transacciones financieras cotidianas.
Esto cumple la promesa del artículo 1, sección 10, de la Constitución de los Estados Unidos.
Al firmar la ley HB1056, Greg Abbott, gobernador de Texas, refuerza la resiliencia de los habitantes del estado. De hecho, esta ley reconoce oficialmente el oro y la plata como monedas legales en Texas, dentro de los límites establecidos por la Constitución de los Estados Unidos.
Más concretamente, autoriza el uso de monedas de oro y plata como medio de pago, siempre que estén marcadas con su peso y pureza, sin que sea obligatorio que lleven la mención de un emisor estatal.
La ley también permite la creación de sistemas de pago electrónicos respaldados por reservas de oro y plata depositadas en depósitos seguros. No se trata de una obligación: nadie está obligado a aceptar estos metales como forma de pago.
Este marco ofrece a los tejanos una alternativa a las monedas fiduciarias tradicionales, en un contexto en el que la inflación, la desconfianza hacia las instituciones financieras y los debates sobre la estabilidad del dólar alimentan el deseo de diversificar la moneda.
¿Es realmente sensato volver al patrón oro en 2025?
La idea de reintroducir el oro como moneda de curso legal puede parecer atractiva, pero plantea varias limitaciones prácticas. En primer lugar, poseer oro implica confiarlo a un tercero de confianza, un banco o un depositario, o bien asumir uno mismo la responsabilidad de su custodia, con los riesgos y limitaciones que ello conlleva.
Además, durante una transacción, la autenticación del metal es compleja y a menudo requiere herramientas especializadas. A esto se suma la dificultad de realizar pagos exactos: el oro no es fácilmente divisible para las compras cotidianas.
En comparación, Bitcoin permite una tenencia autónoma y segura, una autenticación instantánea a través de su cadena de bloques y una divisibilidad de más de 9 decimales.
Si Texas realmente desea reforzar la soberanía económica de sus ciudadanos, al tiempo que les ofrece agilidad y plena integración en la era digital, sería coherente reconocer Bitcoin al mismo nivel que el oro y la plata.