A pesar de la tibia respuesta a Sango Coin, la moneda digital autóctona del país, la República Centroafricana (RCA) ha sentado las bases para la tokenización de sus recursos naturales.
La iniciativa, presentada por el equipo del proyecto Sango a principios de esta semana, marca el comienzo de lo que anuncian como una «nueva era de empoderamiento financiero a través de la tecnología blockchain». El órgano legislativo de la República Centroafricana ha aprobado la tokenización de la tierra y los recursos naturales, con la esperanza de posicionar a la nación como destino preferente para los negocios en África.
El próximo capítulo del proyecto SANGO
¡Noticias emocionantes! La República Centroafricana está iniciando una nueva era de empoderamiento financiero a través de la tecnología blockchain
Guiados por el liderazgo visionario del Presidente Profesor @FA_Touadera , estamos listos para tener un impacto global. pic.twitter.com/m1jYjsvc0q
– Sango (@sangoproject) 21 de agosto de 2023
La ley también sienta las bases para agilizar la tramitación en línea de las licencias comerciales y las solicitudes electrónicas de visado, tanto para empresas nacionales como internacionales. Una vez obtenidas las licencias, las empresas podrán «operar sin problemas en la plataforma Sango, aprovechando las capacidades de blockchain», según el equipo de Sango.
El proyecto Sango se puso en marcha el año pasado con la tokenización de recursos en mente, y está destinado a permitir la inversión en la República Centroafricana a través de Sango Coin, un token emitido por el Estado respaldado por Bitcoin en una red sidechain separada que no es una moneda digital del Banco Central (CBDC).
Sin embargo, el Tribunal Constitucional de la República Centroafricana dictaminó que la compra de tierras y ciudadanía mediante el token era inconstitucional dos meses después del inicio de la ICO del token.
La acogida de la ICO por parte de los nativos tampoco fue muy impresionante. A pesar de poner a la venta 200 millones de Sango Coin a un precio de 0,10 dólares durante su ciclo de génesis, el gobierno consiguió vender menos de 8 millones de monedas a los ciudadanos en ese momento.
En abril de 2022, la nación fue noticia por convertirse en el segundo país (después de El Salvador) en aceptar Bitcoin como moneda de curso legal junto con el franco CFA. Pero la ley fue revocada aproximadamente un año después.
No obstante, el presidente Faustin-Archange sigue dedicado a las criptomonedas, y Sango le atribuye el mérito de haber encabezado la nueva ley.
La tenacidad del líder imita a la del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que ha rechazado repetidamente las críticas externas por impulsar Bitcoin como moneda de curso legal en su propio país. Desde entonces, esa nación ha puesto en marcha iniciativas de educación y minería de Bitcoin, mientras que el Presidente ha incorporado a conocidos incondicionales de Bitcoin como asesores personales.
